SALMOS
LIBRO II
42
- 1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
- Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
- 2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
- ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
- 3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
- Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
- 4 Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;
- De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,
- Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
- 5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
- Y te turbas dentro de mí?
- Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
- Salvación mía y Dios mío.
- 6 Dios mío, mi alma está abatida en mí;
- Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,
- Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
- 7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
- Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
- 8 Pero de día mandará Jehová su misericordia,
- Y de noche su cántico estará conmigo,
- Y mi oración al Dios de mi vida.
- 9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?
- ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
- 10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,
- Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
- 11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
- Y por qué te turbas dentro de mí?
- Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
- Salvación mía y Dios mío.
43
- 1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa;
- Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.
- 2 Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?
- ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
- 3 Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;
- Me conducirán a tu santo monte,
- Y a tus moradas.
- 4 Entraré al altar de Dios,
- Al Dios de mi alegría y de mi gozo;
- Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
- 5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
- Y por qué te turbas dentro de mí?
- Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
- Salvación mía y Dios mío.
44
- 1 Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,
- La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
- 2 Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos;
- Afligiste a los pueblos, y los arrojaste.
- 3 Porque no se apoderaron de la tierra por su espada,
- Ni su brazo los libró;
- Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro,
- Porque te complaciste en ellos.
- 4 Tú, oh Dios, eres mi rey;
- Manda salvación a Jacob.
- 5 Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos;
- En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.
- 6 Porque no confiaré en mi arco,
- Ni mi espada me salvará;
- 7 Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos,
- Y has avergonzado a los que nos aborrecían.
- 8 En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
- Y para siempre alabaremos tu nombre. Selah
- 9 Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar;
- Y no sales con nuestros ejércitos.
- 10 Nos hiciste retroceder delante del enemigo,
- Y nos saquean para sí los que nos aborrecen.
- 11 Nos entregas como ovejas al matadero,
- Y nos has esparcido entre las naciones.
- 12 Has vendido a tu pueblo de balde;
- No exigiste ningún precio.
- 13 Nos pones por afrenta de nuestros vecinos,
- Por escarnio y por burla de los que nos rodean.
- 14 Nos pusiste por proverbio entre las naciones;
- Todos al vernos menean la cabeza.
- 15 Cada día mi vergüenza está delante de mí,
- Y la confusión de mi rostro me cubre,
- 16 Por la voz del que me vitupera y deshonra,
- Por razón del enemigo y del vengativo.
- 17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti,
- Y no hemos faltado a tu pacto.
- 18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón,
- Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos,
- 19 Para que nos quebrantases en el lugar de chacales,
- Y nos cubrieses con sombra de muerte.
- 20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,
- O alzado nuestras manos a dios ajeno,
- 21 ¿No demandaría Dios esto?
- Porque él conoce los secretos del corazón.
- 22 Pero por causa de ti nos matan cada día;
- Somos contados como ovejas para el matadero.
- 23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor?
- Despierta, no te alejes para siempre.
- 24 ¿Por qué escondes tu rostro,
- Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?
- 25 Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo,
- Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra.
- 26 Levántate para ayudarnos,
- Y redímenos por causa de tu misericordia.
45
- 1 Rebosa mi corazón palabra buena;
- Dirijo al rey mi canto;
- Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.
- 2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
- La gracia se derramó en tus labios;
- Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.
- 3 Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente,
- Con tu gloria y con tu majestad.
- 4 En tu gloria sé prosperado;
- Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia,
- Y tu diestra te enseñará cosas terribles.
- 5 Tus saetas agudas,
- Con que caerán pueblos debajo de ti,
- Penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.
- 6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
- Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
- 7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
- Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
- Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
- 8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos;
- Desde palacios de marfil te recrean.
- 9 Hijas de reyes están entre tus ilustres;
- Está la reina a tu diestra con oro de Ofir.
- 10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído;
- Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
- 11 Y deseará el rey tu hermosura;
- E inclínate a él, porque él es tu señor.
- 12 Y las hijas de Tiro vendrán con presentes;
- Implorarán tu favor los ricos del pueblo.
- 13 Toda gloriosa es la hija del rey en su morada;
- De brocado de oro es su vestido.
- 14 Con vestidos bordados será llevada al rey;
- Vírgenes irán en pos de ella,
- Compañeras suyas serán traídas a ti.
- 15 Serán traídas con alegría y gozo;
- Entrarán en el palacio del rey.
- 16 En lugar de tus padres serán tus hijos,
- A quienes harás príncipes en toda la tierra.
- 17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones,
- Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.
46
- 1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
- Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
- 2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
- Y se traspasen los montes al corazón del mar;
- 3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
- Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
- 4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
- El santuario de las moradas del Altísimo.
- 5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.
- Dios la ayudará al clarear la mañana.
- 6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
- Dio él su voz, se derritió la tierra.
- 7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
- Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
- 8 Venid, ved las obras de Jehová,
- Que ha puesto asolamientos en la tierra.
- 9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
- Que quiebra el arco, corta la lanza,
- Y quema los carros en el fuego.
- 10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
- Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
- 11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
- Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
47
- 1 Pueblos todos, batid las manos;
- Aclamad a Dios con voz de júbilo.
- 2 Porque Jehová el Altísimo es temible;
- Rey grande sobre toda la tierra.
- 3 El someterá a los pueblos debajo de nosotros,
- Y a las naciones debajo de nuestros pies.
- 4 El nos elegirá nuestras heredades;
- La hermosura de Jacob, al cual amó. Selah
- 5 Subió Dios con júbilo,
- Jehová con sonido de trompeta.
- 6 Cantad a Dios, cantad;
- Cantad a nuestro Rey, cantad;
- 7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra;
- Cantad con inteligencia.
- 8 Reinó Dios sobre las naciones;
- Se sentó Dios sobre su santo trono.
- 9 Los príncipes de los pueblos se reunieron
- Como pueblo del Dios de Abraham;
- 10 Porque de Dios son los escudos de la tierra;
- El es muy exaltado.
48
- 1 Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado
- En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.
- 2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra,
- Es el monte de Sion, a los lados del norte,
- La ciudad del gran Rey.
- 3 En sus palacios Dios es conocido por refugio.
- 4 Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron;
- Pasaron todos.
- 5 Y viéndola ellos así, se maravillaron,
- Se turbaron, se apresuraron a huir.
- 6 Les tomó allí temblor;
- Dolor como de mujer que da a luz.
- 7 Con viento solano
- Quiebras tú las naves de Tarsis.
- 8 Como lo oímos, así lo hemos visto
- En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios;
- La afirmará Dios para siempre. Selah
- 9 Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios,
- En medio de tu templo.
- 10 Conforme a tu nombre, oh Dios,
- Así es tu loor hasta los fines de la tierra;
- De justicia está llena tu diestra.
- 11 Se alegrará el monte de Sion;
- Se gozarán las hijas de Judá
- Por tus juicios.
- 12 Andad alrededor de Sion, y rodeadla;
- Contad sus torres.
- 13 Considerad atentamente su antemuro,
- Mirad sus palacios;
- Para que lo contéis a la generación venidera.
- 14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
- El nos guiará aun más allá de la muerte.
49
- 1 Oíd esto, pueblos todos;
- Escuchad, habitantes todos del mundo,
- 2 Así los plebeyos como los nobles,
- El rico y el pobre juntamente.
- 3 Mi boca hablará sabiduría,
- Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.
- 4 Inclinaré al proverbio mi oído;
- Declararé con el arpa mi enigma.
- 5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad,
- Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare?
- 6 Los que confían en sus bienes,
- Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
- 7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano,
- Ni dar a Dios su rescate
- 8 (Porque la redención de su vida es de gran precio,
- Y no se logrará jamás),
- 9 Para que viva en adelante para siempre,
- Y nunca vea corrupción.
- 10 Pues verá que aun los sabios mueren;
- Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio,
- Y dejan a otros sus riquezas.
- 11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas,
- Y sus habitaciones para generación y generación;
- Dan sus nombres a sus tierras.
- 12 Mas el hombre no permanecerá en honra;
- Es semejante a las bestias que perecen.
- 13 Este su camino es locura;
- Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah
- 14 Como a rebaños que son conducidos al Seol,
- La muerte los pastoreará,
- Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana;
- Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.
- 15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol,
- Porque él me tomará consigo. Selah
- 16 No temas cuando se enriquece alguno,
- Cuando aumenta la gloria de su casa;
- 17 Porque cuando muera no llevará nada,
- Ni descenderá tras él su gloria.
- 18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma,
- Y sea loado cuando prospere,
- 19 Entrará en la generación de sus padres,
- Y nunca más verá la luz.
- 20 El hombre que está en honra y no entiende,
- Semejante es a las bestias que perecen.
50
- 1 El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,
- Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
- 2 De Sion, perfección de hermosura,
- Dios ha resplandecido.
- 3 Vendrá nuestro Dios, y no callará;
- Fuego consumirá delante de él,
- Y tempestad poderosa le rodeará.
- 4 Convocará a los cielos de arriba,
- Y a la tierra, para juzgar a su pueblo.
- 5 Juntadme mis santos,
- Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
- 6 Y los cielos declararán su justicia,
- Porque Dios es el juez. Selah
- 7 Oye, pueblo mío, y hablaré;
- Escucha, Israel, y testificaré contra ti:
- Yo soy Dios, el Dios tuyo.
- 8 No te reprenderé por tus sacrificios,
- Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.
- 9 No tomaré de tu casa becerros,
- Ni machos cabríos de tus apriscos.
- 10 Porque mía es toda bestia del bosque,
- Y los millares de animales en los collados.
- 11 Conozco a todas las aves de los montes,
- Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
- 12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti;
- Porque mío es el mundo y su plenitud.
- 13 ¿He de comer yo carne de toros,
- O de beber sangre de machos cabríos?
- 14 Sacrifica a Dios alabanza,
- Y paga tus votos al Altísimo;
- 15 E invócame en el día de la angustia;
- Te libraré, y tú me honrarás.
- 16 Pero al malo dijo Dios:
- ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes,
- Y que tomar mi pacto en tu boca?
- 17 Pues tú aborreces la corrección,
- Y echas a tu espalda mis palabras.
- 18 Si veías al ladrón, tú corrías con él,
- Y con los adúlteros era tu parte.
- 19 Tu boca metías en mal,
- Y tu lengua componía engaño.
- 20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano;
- Contra el hijo de tu madre ponías infamia.
- 21 Estas cosas hiciste, y yo he callado;
- Pensabas que de cierto sería yo como tú;
- Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.
- 22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios,
- No sea que os despedace, y no haya quien os libre.
- 23 El que sacrifica alabanza me honrará;
- Y al que ordenare su camino,
- Le mostraré la salvación de Dios.
51
- 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
- Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
- 2 Lávame más y más de mi maldad,
- Y límpiame de mi pecado.
- 3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
- Y mi pecado está siempre delante de mí.
- 4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
- Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
- Para que seas reconocido justo en tu palabra,
- Y tenido por puro en tu juicio.
- 5 He aquí, en maldad he sido formado,
- Y en pecado me concibió mi madre.
- 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
- Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
- 7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
- Lávame, y seré más blanco que la nieve.
- 8 Hazme oír gozo y alegría,
- Y se recrearán los huesos que has abatido.
- 9 Esconde tu rostro de mis pecados,
- Y borra todas mis maldades.
- 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
- Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
- 11 No me eches de delante de ti,
- Y no quites de mí tu santo Espíritu.
- 12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
- Y espíritu noble me sustente.
- 13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
- Y los pecadores se convertirán a ti.
- 14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
- Cantará mi lengua tu justicia.
- 15 Señor, abre mis labios,
- Y publicará mi boca tu alabanza.
- 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
- No quieres holocausto.
- 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
- Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
- 18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
- Edifica los muros de Jerusalén.
- 19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
- el holocausto u ofrenda del todo quemada;
- Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
52
- 1 ¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso?
- La misericordia de Dios es continua.
- 2 Agravios maquina tu lengua;
- Como navaja afilada hace engaño.
- 3 Amaste el mal más que el bien,
- La mentira más que la verdad. Selah
- 4 Has amado toda suerte de palabras perniciosas,
- Engañosa lengua.
- 5 Por tanto, Dios te destruirá para siempre;
- Te asolará y te arrancará de tu morada,
- Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah
- 6 Verán los justos, y temerán;
- Se reirán de él, diciendo:
- 7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza,
- Sino que confió en la multitud de sus riquezas,
- Y se mantuvo en su maldad.
- 8 Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios;
- En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.
- 9 Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así;
- Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.
53
- 1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
- Se han corrompido, e hicieron abominable maldad;
- No hay quien haga bien.
- 2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres,
- Para ver si había algún entendido
- Que buscara a Dios.
- 3 Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido;
- No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.
- 4 ¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad,
- Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,
- Y a Dios no invocan?
- 5 Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo,
- Porque Dios ha esparcido los huesos del que puso asedio contra ti;
- Los avergonzaste, porque Dios los desechó.
- 6 ¡Oh, si saliera de Sion la salvación de Israel!
- Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo,
- Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
54
- 1 Oh Dios, sálvame por tu nombre,
- Y con tu poder defiéndeme.
- 2 Oh Dios, oye mi oración;
- Escucha las razones de mi boca.
- 3 Porque extraños se han levantado contra mí,
- Y hombres violentos buscan mi vida;
- No han puesto a Dios delante de sí. Selah
- 4 He aquí, Dios es el que me ayuda;
- El Señor está con los que sostienen mi vida.
- 5 El devolverá el mal a mis enemigos;
- Córtalos por tu verdad.
- 6 Voluntariamente sacrificaré a ti;
- Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.
- 7 Porque él me ha librado de toda angustia,
- Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.
55
- 1 Escucha, oh Dios, mi oración,
- Y no te escondas de mi súplica.
- 2 Está atento, y respóndeme;
- Clamo en mi oración, y me conmuevo,
- 3 A causa de la voz del enemigo,
- Por la opresión del impío;
- Porque sobre mí echaron iniquidad,
- Y con furor me persiguen.
- 4 Mi corazón está dolorido dentro de mí,
- Y terrores de muerte sobre mí han caído.
- 5 Temor y temblor vinieron sobre mí,
- Y terror me ha cubierto.
- 6 Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma!
- Volaría yo, y descansaría.
- 7 Ciertamente huiría lejos;
- Moraría en el desierto. Selah
- 8 Me apresuraría a escapar
- Del viento borrascoso, de la tempestad.
- 9 Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos;
- Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.
- 10 Día y noche la rodean sobre sus muros,
- E iniquidad y trabajo hay en medio de ella.
- 11 Maldad hay en medio de ella,
- Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas.
- 12 Porque no me afrentó un enemigo,
- Lo cual habría soportado;
- Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,
- Porque me hubiera ocultado de él;
- 13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,
- Mi guía, y mi familiar;
- 14 Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,
- Y andábamos en amistad en la casa de Dios.
- 15 Que la muerte les sorprenda;
- Desciendan vivos al Seol,
- Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos.
- 16 En cuanto a mí, a Dios clamaré;
- Y Jehová me salvará.
- 17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
- Y él oirá mi voz.
- 18 El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí,
- Aunque contra mí haya muchos.
- 19 Dios oirá, y los quebrantará luego,
- El que permanece desde la antigüedad;
- Por cuanto no cambian,
- Ni temen a Dios. Selah
- 20 Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él;
- Violó su pacto.
- 21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla,
- Pero guerra hay en su corazón;
- Suaviza sus palabras más que el aceite,
- Mas ellas son espadas desnudas.
- 22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
- No dejará para siempre caído al justo.
- 23 Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición.
- Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días;
- Pero yo en ti confiaré.
56
- 1 Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre;
- Me oprime combatiéndome cada día.
- 2 Todo el día mis enemigos me pisotean;
- Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.
- 3 En el día que temo,
- Yo en ti confío.
- 4 En Dios alabaré su palabra;
- En Dios he confiado; no temeré;
- ¿Qué puede hacerme el hombre?
- 5 Todos los días ellos pervierten mi causa;
- Contra mí son todos sus pensamientos para mal.
- 6 Se reúnen, se esconden,
- Miran atentamente mis pasos,
- Como quienes acechan a mi alma.
- 7 Pésalos según su iniquidad, oh Dios,
- Y derriba en tu furor a los pueblos.
- 8 Mis huidas tú has contado;
- Pon mis lágrimas en tu redoma;
- ¿No están ellas en tu libro?
- 9 Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare;
- Esto sé, que Dios está por mí.
- 10 En Dios alabaré su palabra;
- En Jehová su palabra alabaré.
- 11 En Dios he confiado; no temeré;
- ¿Qué puede hacerme el hombre?
- 12 Sobre mí, oh Dios, están tus votos;
- Te tributaré alabanzas.
- 13 Porque has librado mi alma de la muerte,
- Y mis pies de caída,
- Para que ande delante de Dios
- En la luz de los que viven.
57
- 1 Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
- Porque en ti ha confiado mi alma,
- Y en la sombra de tus alas me ampararé
- Hasta que pasen los quebrantos.
- 2 Clamaré al Dios Altísimo,
- Al Dios que me favorece.
- 3 El enviará desde los cielos, y me salvará
- De la infamia del que me acosa; Selah
- Dios enviará su misericordia y su verdad.
- 4 Mi vida está entre leones;
- Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;
- Sus dientes son lanzas y saetas,
- Y su lengua espada aguda.
- 5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
- Sobre toda la tierra sea tu gloria.
- 6 Red han armado a mis pasos;
- Se ha abatido mi alma;
- Hoyo han cavado delante de mí;
- En medio de él han caído ellos mismos. Selah
- 7 Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;
- Cantaré, y trovaré salmos.
- 8 Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa;
- Me levantaré de mañana.
- 9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
- Cantaré de ti entre las naciones.
- 10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,
- Y hasta las nubes tu verdad.
- 11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
- Sobre toda la tierra sea tu gloria.
58
- 1 Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia?
- ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?
- 2 Antes en el corazón maquináis iniquidades;
- Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.
- 3 Se apartaron los impíos desde la matriz;
- Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.
- 4 Veneno tienen como veneno de serpiente;
- Son como el áspid sordo que cierra su oído,
- 5 Que no oye la voz de los que encantan,
- Por más hábil que el encantador sea.
- 6 Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas;
- Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.
- 7 Sean disipados como aguas que corren;
- Cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos.
- 8 Pasen ellos como el caracol que se deslíe;
- Como el que nace muerto, no vean el sol.
- 9 Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos,
- Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.
- 10 Se alegrará el justo cuando viere la venganza;
- Sus pies lavará en la sangre del impío.
- 11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo;
- Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.
59
- 1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;
- Ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
- 2 Líbrame de los que cometen iniquidad,
- Y sálvame de hombres sanguinarios.
- 3 Porque he aquí están acechando mi vida;
- Se han juntado contra mí poderosos.
- No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová;
- 4 Sin delito mío corren y se aperciben.
- Despierta para venir a mi encuentro, y mira.
- 5 Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel,
- Despierta para castigar a todas las naciones;
- No tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah
- 6 Volverán a la tarde, ladrarán como perros,
- Y rodearán la ciudad.
- 7 He aquí proferirán con su boca;
- Espadas hay en sus labios,
- Porque dicen: ¿Quién oye?
- 8 Mas tú, Jehová, te reirás de ellos;
- Te burlarás de todas las naciones.
- 9 A causa del poder del enemigo esperaré en ti,
- Porque Dios es mi defensa.
- 10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí;
- Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.
- 11 No los mates, para que mi pueblo no olvide;
- Dispérsalos con tu poder, y abátelos,
- Oh Jehová, escudo nuestro.
- 12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios,
- Sean ellos presos en su soberbia,
- Y por la maldición y mentira que profieren.
- 13 Acábalos con furor, acábalos, para que no sean;
- Y sépase que Dios gobierna en Jacob
- Hasta los fines de la tierra. Selah
- 14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros,
- Y rodeen la ciudad.
- 15 Anden ellos errantes para hallar qué comer;
- Y si no se sacian, pasen la noche quejándose.
- 16 Pero yo cantaré de tu poder,
- Y alabaré de mañana tu misericordia;
- Porque has sido mi amparo
- Y refugio en el día de mi angustia.
- 17 Fortaleza mía, a ti cantaré;
- Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.
60
- 1 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
- Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!
- 2 Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
- Sana sus roturas, porque titubea.
- 3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
- Nos hiciste beber vino de aturdimiento.
- 4 Has dado a los que te temen bandera
- Que alcen por causa de la verdad. Selah
- 5 Para que se libren tus amados,
- Salva con tu diestra, y óyeme.
- 6 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;
- Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
- 7 Mío es Galaad, y mío es Manasés;
- Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
- Judá es mi legislador.
- 8 Moab, vasija para lavarme;
- Sobre Edom echaré mi calzado;
- Me regocijaré sobre Filistea.
- 9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
- ¿Quién me llevará hasta Edom?
- 10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,
- Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?
- 11 Danos socorro contra el enemigo,
- Porque vana es la ayuda de los hombres.
- 12 En Dios haremos proezas,
- Y él hollará a nuestros enemigos.
61
- 1 Oye, oh Dios, mi clamor;
- A mi oración atiende.
- 2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.
- Llévame a la roca que es más alta que yo,
- 3 Porque tú has sido mi refugio,
- Y torre fuerte delante del enemigo.
- 4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;
- Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah
- 5 Porque tú, oh Dios, has oído mis votos;
- Me has dado la heredad de los que temen tu nombre.
- 6 Días sobre días añadirás al rey;
- Sus años serán como generación y generación.
- 7 Estará para siempre delante de Dios;
- Prepara misericordia y verdad para que lo conserven.
- 8 Así cantaré tu nombre para siempre,
- Pagando mis votos cada día.
62
- 1 En Dios solamente está acallada mi alma;
- De él viene mi salvación.
- 2 El solamente es mi roca y mi salvación;
- Es mi refugio, no resbalaré mucho.
- 3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,
- Tratando todos vosotros de aplastarle
- Como pared desplomada y como cerca derribada?
- 4 Solamente consultan para arrojarle de su grandeza.
- Aman la mentira;
- Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah
- 5 Alma mía, en Dios solamente reposa,
- Porque de él es mi esperanza.
- 6 El solamente es mi roca y mi salvación.
- Es mi refugio, no resbalaré.
- 7 En Dios está mi salvación y mi gloria;
- En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.
- 8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
- Derramad delante de él vuestro corazón;
- Dios es nuestro refugio. Selah
- 9 Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;
- Pesándolos a todos igualmente en la balanza,
- Serán menos que nada.
- 10 No confiéis en la violencia,
- Ni en la rapiña; no os envanezcáis;
- Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.
- 11 Una vez habló Dios;
- Dos veces he oído esto:
- Que de Dios es el poder,
- 12 Y tuya, oh Señor, es la misericordia;
- Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
63
- 1 Dios, Dios mío eres tú;
- De madrugada te buscaré;
- Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
- En tierra seca y árida donde no hay aguas,
- 2 Para ver tu poder y tu gloria,
- Así como te he mirado en el santuario.
- 3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;
- Mis labios te alabarán.
- 4 Así te bendeciré en mi vida;
- En tu nombre alzaré mis manos.
- 5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
- Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
- 6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho,
- Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.
- 7 Porque has sido mi socorro,
- Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
- 8 Está mi alma apegada a ti;
- Tu diestra me ha sostenido.
- 9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma
- Caerán en los sitios bajos de la tierra.
- 10 Los destruirán a filo de espada;
- Serán porción de los chacales.
- 11 Pero el rey se alegrará en Dios;
- Será alabado cualquiera que jura por él;
- Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.
64
- 1 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;
- Guarda mi vida del temor del enemigo.
- 2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos,
- De la conspiración de los que hacen iniquidad,
- 3 Que afilan como espada su lengua;
- Lanzan cual saeta suya, palabra amarga,
- 4 Para asaetear a escondidas al íntegro;
- De repente lo asaetean, y no temen.
- 5 Obstinados en su inicuo designio,
- Tratan de esconder los lazos,
- Y dicen: ¿Quién los ha de ver?
- 6 Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta;
- Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo.
- 7 Mas Dios los herirá con saeta;
- De repente serán sus plagas.
- 8 Sus propias lenguas los harán caer;
- Se espantarán todos los que los vean.
- 9 Entonces temerán todos los hombres,
- Y anunciarán la obra de Dios,
- Y entenderán sus hechos.
- 10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él;
- Y se gloriarán todos los rectos de corazón.
65
- 1 Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios,
- Y a ti se pagarán los votos.
- 2 Tú oyes la oración;
- A ti vendrá toda carne.
- 3 Las iniquidades prevalecen contra mí;
- Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.
- 4 Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti,
- Para que habite en tus atrios;
- Seremos saciados del bien de tu casa,
- De tu santo templo.
- 5 Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia,
- Oh Dios de nuestra salvación,
- Esperanza de todos los términos de la tierra,
- Y de los más remotos confines del mar.
- 6 Tú, el que afirma los montes con su poder,
- Ceñido de valentía;
- 7 El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas,
- Y el alboroto de las naciones.
- 8 Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas.
- Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.
- 9 Visitas la tierra, y la riegas;
- En gran manera la enriqueces;
- Con el río de Dios, lleno de aguas,
- Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.
- 10 Haces que se empapen sus surcos,
- Haces descender sus canales;
- La ablandas con lluvias,
- Bendices sus renuevos.
- 11 Tú coronas el año con tus bienes,
- Y tus nubes destilan grosura.
- 12 Destilan sobre los pastizales del desierto,
- Y los collados se ciñen de alegría.
- 13 Se visten de manadas los llanos,
- Y los valles se cubren de grano;
- Dan voces de júbilo, y aun cantan.
66
- 1 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.
- 2 Cantad la gloria de su nombre;
- Poned gloria en su alabanza.
- 3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras!
- Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.
- 4 Toda la tierra te adorará,
- Y cantará a ti;
- Cantarán a tu nombre. Selah
- 5 Venid, y ved las obras de Dios,
- Temible en hechos sobre los hijos de los hombres.
- 6 Volvió el mar en seco;
- Por el río pasaron a pie;
- Allí en él nos alegramos.
- 7 El señorea con su poder para siempre;
- Sus ojos atalayan sobre las naciones;
- Los rebeldes no serán enaltecidos. Selah
- 8 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
- Y haced oír la voz de su alabanza.
- 9 El es quien preservó la vida a nuestra alma,
- Y no permitió que nuestros pies resbalasen.
- 10 Porque tú nos probaste, oh Dios;
- Nos ensayaste como se afina la plata.
- 11 Nos metiste en la red;
- Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.
- 12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza;
- Pasamos por el fuego y por el agua,
- Y nos sacaste a abundancia.
- 13 Entraré en tu casa con holocaustos;
- Te pagaré mis votos,
- 14 Que pronunciaron mis labios
- Y habló mi boca, cuando estaba angustiado.
- 15 Holocaustos de animales engordados te ofreceré,
- Con sahumerio de carneros;
- Te ofreceré en sacrificio bueyes y machos cabríos. Selah
- 16 Venid, oíd todos los que teméis a Dios,
- Y contaré lo que ha hecho a mi alma.
- 17 A él clamé con mi boca,
- Y fue exaltado con mi lengua.
- 18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad,
- El Señor no me habría escuchado.
- 19 Mas ciertamente me escuchó Dios;
- Atendió a la voz de mi súplica.
- 20 Bendito sea Dios,
- Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.
67
- 1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga;
- Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah
- 2 Para que sea conocido en la tierra tu camino,
- En todas las naciones tu salvación.
- 3 Te alaben los pueblos, oh Dios;
- Todos los pueblos te alaben.
- 4 Alégrense y gócense las naciones,
- Porque juzgarás los pueblos con equidad,
- Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah
- 5 Te alaben los pueblos, oh Dios;
- Todos los pueblos te alaben.
- 6 La tierra dará su fruto;
- Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
- 7 Bendíganos Dios,
- Y témanlo todos los términos de la tierra.
68
- 1 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,
- Y huyan de su presencia los que le aborrecen.
- 2 Como es lanzado el humo, los lanzarás;
- Como se derrite la cera delante del fuego,
- Así perecerán los impíos delante de Dios.
- 3 Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,
- Y saltarán de alegría.
- 4 Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
- Exaltad al que cabalga sobre los cielos.
- JAH es su nombre; alegraos delante de él.
- 5 Padre de huérfanos y defensor de viudas
- Es Dios en su santa morada.
- 6 Dios hace habitar en familia a los desamparados;
- Saca a los cautivos a prosperidad;
- Mas los rebeldes habitan en tierra seca.
- 7 Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo,
- Cuando anduviste por el desierto, Selah
- 8 La tierra tembló;
- También destilaron los cielos ante la presencia de Dios;
- Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.
- 9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
- A tu heredad exhausta tú la reanimaste.
- 10 Los que son de tu grey han morado en ella;
- Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
- 11 El Señor daba palabra;
- Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.
- 12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos,
- Y las que se quedaban en casa repartían los despojos.
- 13 Bien que fuisteis echados entre los tiestos,
- Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,
- Y sus plumas con amarillez de oro.
- 14 Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí,
- Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.
- 15 Monte de Dios es el monte de Basán;
- Monte alto el de Basán.
- 16 ¿Por qué observáis, oh montes altos,
- Al monte que deseó Dios para su morada?
- Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.
- 17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;
- El Señor viene del Sinaí a su santuario.
- 18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,
- Tomaste dones para los hombres,
- Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.
- 19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios
- El Dios de nuestra salvación. Selah
- 20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,
- Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.
- 21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,
- La testa cabelluda del que camina en sus pecados.
- 22 El Señor dijo: De Basán te haré volver;
- Te haré volver de las profundidades del mar;
- 23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos,
- Y de ella la lengua de tus perros.
- 24 Vieron tus caminos, oh Dios;
- Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.
- 25 Los cantores iban delante, los músicos detrás;
- En medio las doncellas con panderos.
- 26 Bendecid a Dios en las congregaciones;
- Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.
- 27 Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos,
- Los príncipes de Judá en su congregación,
- Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.
- 28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza;
- Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.
- 29 Por razón de tu templo en Jerusalén
- Los reyes te ofrecerán dones.
- 30 Reprime la reunión de gentes armadas,
- La multitud de toros con los becerros de los pueblos,
- Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata;
- Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.
- 31 Vendrán príncipes de Egipto;
- Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.
- 32 Reinos de la tierra, cantad a Dios,
- Cantad al Señor; Selah
- 33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad;
- He aquí dará su voz, poderosa voz.
- 34 Atribuid poder a Dios;
- Sobre Israel es su magnificencia,
- Y su poder está en los cielos.
- 35 Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios;
- El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo.
- Bendito sea Dios.
69
- 1 Sálvame, oh Dios,
- Porque las aguas han entrado hasta el alma.
- 2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie;
- He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.
- 3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido;
- Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.
- 4 Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa;
- Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué.
- ¿Y he de pagar lo que no robé?
- 5 Dios, tú conoces mi insensatez,
- Y mis pecados no te son ocultos.
- 6 No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, oh Señor Jehová de los ejércitos;
- No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.
- 7 Porque por amor de ti he sufrido afrenta;
- Confusión ha cubierto mi rostro.
- 8 Extraño he sido para mis hermanos,
- Y desconocido para los hijos de mi madre.
- 9 Porque me consumió el celo de tu casa;
- Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí.
- 10 Lloré afligiendo con ayuno mi alma,
- Y esto me ha sido por afrenta.
- 11 Puse además cilicio por mi vestido,
- Y vine a serles por proverbio.
- 12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta,
- Y me zaherían en sus canciones los bebedores.
- 13 Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad;
- Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia,
- Por la verdad de tu salvación, escúchame.
- 14 Sácame del lodo, y no sea yo sumergido;
- Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.
- 15 No me anegue la corriente de las aguas,
- Ni me trague el abismo,
- Ni el pozo cierre sobre mí su boca.
- 16 Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia;
- Mírame conforme a la multitud de tus piedades.
- 17 No escondas de tu siervo tu rostro,
- Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.
- 18 Acércate a mi alma, redímela;
- Líbrame a causa de mis enemigos.
- 19 Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio;
- Delante de ti están todos mis adversarios.
- 20 El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado.
- Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo;
- Y consoladores, y ninguno hallé.
- 21 Me pusieron además hiel por comida,
- Y en mi sed me dieron a beber vinagre.
- 22 Sea su convite delante de ellos por lazo,
- Y lo que es para bien, por tropiezo.
- 23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean,
- Y haz temblar continuamente sus lomos.
- 24 Derrama sobre ellos tu ira,
- Y el furor de tu enojo los alcance.
- 25 Sea su palacio asolado;
- En sus tiendas no haya morador.
- 26 Porque persiguieron al que tú heriste,
- Y cuentan del dolor de los que tú llagaste.
- 27 Pon maldad sobre su maldad,
- Y no entren en tu justicia.
- 28 Sean raídos del libro de los vivientes,
- Y no sean escritos entre los justos.
- 29 Mas a mí, afligido y miserable,
- Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.
- 30 Alabaré yo el nombre de Dios con cántico,
- Lo exaltaré con alabanza.
- 31 Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey,
- O becerro que tiene cuernos y pezuñas;
- 32 Lo verán los oprimidos, y se gozarán.
- Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón,
- 33 Porque Jehová oye a los menesterosos,
- Y no menosprecia a sus prisioneros.
- 34 Alábenle los cielos y la tierra,
- Los mares, y todo lo que se mueve en ellos.
- 35 Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá;
- Y habitarán allí, y la poseerán.
- 36 La descendencia de sus siervos la heredará,
- Y los que aman su nombre habitarán en ella.
70
- 1 Oh Dios, acude a librarme;
- Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.
- 2 Sean avergonzados y confundidos
- Los que buscan mi vida;
- Sean vueltos atrás y avergonzados
- Los que mi mal desean.
- 3 Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha,
- Los que dicen: ¡Ah! ¡Ah!
- 4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
- Y digan siempre los que aman tu salvación:
- Engrandecido sea Dios.
- 5 Yo estoy afligido y menesteroso;
- Apresúrate a mí, oh Dios.
- Ayuda mía y mi libertador eres tú;
- Oh Jehová, no te detengas.
71
- 1 En ti, oh Jehová, me he refugiado;
- No sea yo avergonzado jamás.
- 2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
- Inclina tu oído y sálvame.
- 3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
- Tú has dado mandamiento para salvarme,
- Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
- 4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,
- De la mano del perverso y violento.
- 5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
- Seguridad mía desde mi juventud.
- 6 En ti he sido sustentado desde el vientre;
- De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
- De ti será siempre mi alabanza.
- 7 Como prodigio he sido a muchos,
- Y tú mi refugio fuerte.
- 8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
- De tu gloria todo el día.
- 9 No me deseches en el tiempo de la vejez;
- Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
- 10 Porque mis enemigos hablan de mí,
- Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,
- 11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
- Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.
- 12 Oh Dios, no te alejes de mí;
- Dios mío, acude pronto en mi socorro.
- 13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
- Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.
- 14 Mas yo esperaré siempre,
- Y te alabaré más y más.
- 15 Mi boca publicará tu justicia
- Y tus hechos de salvación todo el día,
- Aunque no sé su número.
- 16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
- Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.
- 17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
- Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
- 18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
- Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
- Y tu potencia a todos los que han de venir,
- 19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.
- Tú has hecho grandes cosas;
- Oh Dios, ¿quién como tú?
- 20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
- Volverás a darme vida,
- Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
- 21 Aumentarás mi grandeza,
- Y volverás a consolarme.
- 22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
- Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa,
- Oh Santo de Israel.
- 23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti,
- Y mi alma, la cual redimiste.
- 24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
- Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.
72
- 1 Oh Dios, da tus juicios al rey,
- Y tu justicia al hijo del rey.
- 2 El juzgará a tu pueblo con justicia,
- Y a tus afligidos con juicio.
- 3 Los montes llevarán paz al pueblo,
- Y los collados justicia.
- 4 Juzgará a los afligidos del pueblo,
- Salvará a los hijos del menesteroso,
- Y aplastará al opresor.
- 5 Te temerán mientras duren el sol
- Y la luna, de generación en generación.
- 6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
- Como el rocío que destila sobre la tierra.
- 7 Florecerá en sus días justicia,
- Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.
- 8 Dominará de mar a mar,
- Y desde el río hasta los confines de la tierra.
- 9 Ante él se postrarán los moradores del desierto,
- Y sus enemigos lamerán el polvo.
- 10 Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
- Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.
- 11 Todos los reyes se postrarán delante de él;
- Todas las naciones le servirán.
- 12 Porque él librará al menesteroso que clamare,
- Y al afligido que no tuviere quien le socorra.
- 13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
- Y salvará la vida de los pobres.
- 14 De engaño y de violencia redimirá sus almas,
- Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
- 15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
- Y se orará por él continuamente;
- Todo el día se le bendecirá.
- 16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
- Su fruto hará ruido como el Líbano,
- Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
- 17 Será su nombre para siempre,
- Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
- Benditas serán en él todas las naciones;
- Lo llamarán bienaventurado.
- 18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
- El único que hace maravillas.
- 19 Bendito su nombre glorioso para siempre,
- Y toda la tierra sea llena de su gloria.
- Amén y Amén.
20
Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.